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Identifican trece nuevas variedades locales de olivo en Lleida

Identifican trece nuevas variedades locales de olivo en Lleida

Investigadores del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) han identificado trece nuevas variedades locales de olivo en el Pallars Jussà, una comarca de la provincia de Lleida, en Cataluña. Ha sido en una prospección llevada a cabo en la región durante la campaña de producción de aceite 2020-2021.

El estudio se ha hecho por encargo del Ayuntamiento de Tremp en colaboración con diversas entidades del territorio en el marco del programa ‘A tu gusto, alimentos del Pallars’, que tiene los objetivos de promover y valorizar el cultivo del olivo y el aceite de oliva en el Pallars Jussà consiguiendo un aceite de alta calidad y unas características diferenciadoras, que preserve el patrimonio y la tradición.

Las nuevas variedades se incorporarán al Banco de germoplasma de variedades catalanas del olivo, un reservorio del material genético de los olivares catalanes gestionado por el IRTA desde 1987.

En el estudio, los investigadores del IRTA han descrito la forma del árbol, de la hoja, del fruto y del hueso, así como las características moleculares, es decir, su material genético, oleícolas (las relacionadas con la producción del aceite), químicas y sensoriales.

«Estas nuevas variedades tienen, en general, una proporción muy alta de ácido oleico y una gran cantidad de polifenoles, que les confieren un sabor amargo y un picante prominente, equilibrado y rico aromáticamente. Unas cualidades que las hacen muy interesantes desde el punto de vista organoléptico y de la salud», ha afirmado Antonia Ninot, investigadora del programa de Fruticultura del IRTA.

La diversidad biológica del olivo en Cataluña presenta, en general, una tendencia desfavorable. Las principales causas de esta erosión genética son el abandono de la actividad agraria ecológicamente sostenible debido a la poca rentabilidad de las explotaciones y la intensificación de las prácticas agrarias, así como la adopción de pocas variedades de olivo en el sistema de alta densidad para obtener más productividad y rentabilidad.

Esto representa un alto riesgo para la biodiversidad y, desde el punto de vista comercial, la uniformización de la oferta de aceites. La desaparición de estos recursos genéticos no sólo supondría una pérdida del valioso legado de biodiversidad de las generaciones anteriores, sino también la disminución de la reserva estratégica para el cultivo futuro.

El estudio de las variedades autóctonas puede ser de gran interés en situaciones de cambio climático, ya sea para identificar genes de resistencia a plagas emergentes, para identificar genes de adaptación a condiciones de sequía o de otras variaciones climáticas, o para identificar compuestos funcionales de interés. La actividad se basa en reunir en un banco de germoplasma las variedades identificadas en el territorio para ser evaluadas y caracterizadas posteriormente.

 

El olivar en Pallars Jussà

A Pallars Jussà se la considera una comarca donde el sector agrícola tiene un peso relativamente importante. Está en el límite de las condiciones climatológicas del cultivo de olivo, los inviernos son fríos y, más allá de los lugares de alta montaña, los veranos son calurosos.

El período libre de heladas comprende, solamente, los meses de mayo a octubre y la distribución de las precipitaciones es irregular. Estas condiciones extremas de temperatura hacen que las variedades locales cultivadas en la comarca estén adaptadas al frío, lo que las hace muy interesantes.

Un estudio sobre el sector del aceite en el Pallars Jussà elaborado por el IRTA en 2016 detectó como punto fuerte el creciente interés por las nuevas plantaciones y el estudio de las variedades locales y, como oportunidades, la existencia de variedades locales de gran potencial cualitativo y comercial, así como un interés creciente por las producciones agroalimentarias locales con una cierta historia.