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Finca Villacreces, un modelo en producción integrada

Finca Villacreces, un modelo en producción integrada

En 2007, tras una remodelación de la bodega para lograr la recuperación del viñedo, Finca Villacreces se vuelve a poner en marcha. Ubicada en Valladolid sobre un meandro del Río Duero, cumple en la actualidad 25 años. Su director técnico, Luis Laso, destaca que siempre se han centrado en la búsqueda de la calidad de sus caldos.

Elena Martín Seseña. Redacción.

La finca se compone de 100 hectáreas, 64 de ellas dedicadas al viñedo y su método de cultivo es integralmente ecológico aunque con alto nivel de mecanización. “Desde siempre se ha gestionado el cultivo de forma respetuosa con nuestro entorno, pero en el año 2014 iniciamos el proceso de certificación ecológica, que dio su primer vino ecológico en la cosecha 2017. Todo el viñedo está con cubierta vegetal, y disponemos de tres variedades: Tempranillo, Cabernet sauvignon y Merlot”, declara Luis, que cuenta con una extensa experiencia dentro de este sector.

Luis Laso es técnico especialista en Viticultura y Enología por la Escuela de enología de Espiells, en San Sadurní de Noya (Barcelona), además ha completado sus estudios con un curso de Viticultura y Enología en UC Davis (California).
“Mi experiencia empezó en Mas Comtal (D.O. Penedés) con mi primera vendimia; posteriormente, estuve casi dos años trabajando en Alemania en la zona del Palatinado (Weingut Reichsrat von Buhl) y a mi vuelta pasé por el Penedés y por la Mancha, acabando en Pago de Carraovejas en el año 1998. A partir de ahí, me afinque en la Ribera del Duero, pasando por Toro, Mendoza (Argentina) y en el año 2008 desembarcando en Finca Villacreces y Bodegas Vetus, teniendo el lujo de trabajar en dos zonas excelentes” explica Luis.

Y es que, según él y el equipo Villacreces, el mayor valor de la bodega no solo son los viñedos sino todo el conjunto como ecosistema, destacando el potencial de la propia finca que, tal y como afirma “es lo que la diferencia del resto y le da esa personalidad tan especial”, apunta.

En Finca Villacreces los viñedos son cultivados siguiendo criterios de viticultura integrada, se controla y se preserva la propia condición natural de la vid con el objetivo de obtener vinos con personalidad y tipicidad propia.

Toda la finca está dotada de riego por goteo, cuando hay necesidad se realiza un riego frecuente, pero de poca cantidad por la naturaleza del suelo, que no tiene capacidad de retención. “Respecto a la cantidad es muy variable según las añadas, pero siempre dosificando en lo posible los recursos hídricos”, explica Luis.

Los suelos de la finca son arenosos y franco arenosos, y según explica el director técnico “son suelos pobres aptos para el cultivo de la vid, que dan vinos elegantes y con grados moderados”. Sus viñedos están divididos en 15 parcelas de las variedades Tinto fino, Cabernet sauvignon y Merlot.

Se halla plantada a 700 metros de altitud sobre el nivel del mar y es objeto de un clima extremo, con grandes oscilaciones térmicas, inviernos largos y veranos secos con baja pluviometría. Sin embargo gracias al bosque que rodea la finca, se genera un microclima que protege al viñedo de las circunstancias climáticas más agresivas.

Respecto a la mecanización, el viñedo está en espaldera y permite la mecanización de diferentes trabajos. Entre ellos la prepoda, el despunte, deshojado y el picado de la cubierta vegetal, así como los tratamientos. “Nuestro cultivo al ser ecológico, siempre intentamos intervenir lo menos posible para que la planta encuentre su equilibrio con el uso de cubiertas vegetales y limitando el riego. Nuestra estrategia en los tratamientos es siempre preventiva”, destaca Luis.

La Ribera del Duero es una zona bastante benévola en cuestión de plagas y enfermedades. “Tenemos presión de oídio y mildiu, aunque este último en menor medida. Aunque también hay que tener en cuenta la polilla y sobre todo las enfermedades de madera”, explica el director técnico.

 

Villacreces innova

Según explica Luis, en 2008 se decide sacar un nuevo vino (Pruno), con un carácter diferente y con el objetivo de hacerlo llegar a más clientes. “Con la ilusión del trabajo bien hecho, el tiempo nos dio la razón y hoy es una de las grandes alegrías para todo el equipo. Aunque el vino que mejor refleja la identidad de la finca es Finca Villacreces”, añade.

En la actualidad, también están inmersos en diferentes proyectos liderados por el ITACYL y la empresa Lallemand para obtener nuevos conocimientos sobre el comportamiento del viñedo, debido al problema del cambio climático, y para mejorar la sostenibilidad del cultivo. Según explica Luis, en estos proyectos participan además diferentes universidades, entes y laboratorios externos.

“La innovación es evidentemente un factor muy importante para nosotros. Siempre estamos pendientes de las nuevas técnicas de aplicación al cultivo y del desarrollo de nuevos conocimientos, que en muchos casos despiertan nuevas vías de investigación en casos propios”, declara Luis añadiendo que su mayor campo de pruebas es el viñedo y que todas ellas tienen como fin un vino del que se obtienen todos los resultados.

El director técnico de la bodega apunta que su objetivo siempre es la mejora continua de la calidad de sus vinos, algo que va directamente ligado al conocimiento del viñedo y conseguir una sostenibilidad del cultivo, y ha añadido que por ello trabajan con diferentes entidades.