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La siembra directa con maquinaria remodelada

La siembra directa con maquinaria remodelada

Desde que dejó los estudios, Ignacio Eseverri Azcoiti se dedica en exclusiva a la agricultura. En la actualidad, este agricultor zaragozano no sólo posee y arrenda fincas, sino que también gestiona ciertas tierras del Ayuntamiento o de la Diputación del General de Aragón (DGA). Además, es el presidente de Agracon (Asociación Aragonesa de Agricultura de Conservación), practicando la siembra directa en las múltiples rotaciones que desarrolla. Lo más característico de Eseverri es la maquinaria agrícola con la que trabaja, la cual ha ido modificando él mismo según sus requerimientos.

Eseverri cuenta con una serie de fincas dispersas en la localidad zaragozana de Tauste, cuyo término municipal, a tan sólo 7 km del río Ebro, cuenta con más de 40.000 ha de superficie total y unos 8.000 habitantes. Las fincas más importantes que trabaja son propiedad de la familia de las que gestiona unas 200 ha, junto con cierta superficie del intercambio de trabajo con los agricultores y amigos de la zona.

Dentro de los cultivos a los que se dedica, destacan la cebada, trigo blando, trigo duro, alfalfa, triticale, trigo sarraceno, guisante, maíz y sorgo, entre otros. Para adquirir las semillas, Eseverri recurre a la cooperativa San Miguel de Tauste, que le suministra el material vegetal o bien a las empresas acreditadas para la producción de R1 o a aquellas habilitadas por la propia cooperativa.

Además de ser productor, en el caso del guisante y el triticale, Ignacio es multiplicador de semilla para la empresa Agrusa (Lérida). Para la venta del resto de las cosechas, Eseverri recurre a la cooperativa, salvo alguna venta marginal de veza.

 

Siembra directa y sus consideraciones

Foto 1. Una de las fincas de Eseverri, donde practica la siembra directa. Bajo el rastrojo se encuentran las semillas de guisante.

Desde el año 2000 Eseverri viene realizando la siembra directa, basada en el modelo argentino, en prácticamente la totalidad de la explotación, aunque años atrás realizó pruebas puntuales con éste método de producción agrícola. Desde que la practica, ha notado una mejoría notable en sus tierras, sobre todo en una mejor permeabilidad y estructura del suelo, lo que se traduce en una mayor homogeneidad de sus producciones y un aumento de la biodiversidad del entorno. Pero, como comenta el presidente de Agracon, esta técnica entraña más consideraciones que la agricultura convencional.

Al sembrar sobre el residuo del cultivo anterior, la cosechadora de Eseverri cuenta con un extendedor de paja y de granzas, que evitan una acumulación lineal de tamo. Además, comenta que el rastrojo que se genera se suele triturar para que cubra mejor el suelo.

«Tras varios años realizando la siembra directa, he comprobado que ha aumentado la permeabilidad del terreno»

Un aspecto importante para el éxito de la siembra directa es el tipo de rastrojo que permanece en el suelo y cómo éste puede influir en el cultivo siguiente. Por ejemplo, si se trata de un cultivo que genere un exceso de rastrojo, Eseverri tiene la precaución de realizar una siega alta y retirar el exceso de residuo. Incluso puede llegar a retrasar el momento de siembra para manejar el rastrojo. Hay que tener en cuenta que, frente a la agricultura convencional, la época de siembra de la agricultura de conservación se suele retrasar debido a que las condiciones de humedad del lecho de siembra pueden derivar en problemas de malas hierbas, plagas o enfermedades.

Foto 2. Detalle de los restos de una babosa tras su muerte, provocada por un tratamiento a base de metaldehído.

Éste es el caso de la aparición de babosas, muy dañinas en el periodo comprendido entre la siembra y el ahijado del cereal. Por eso, antes de que comience la oviposición por parte de los adultos (hacia el mes de octubre), conviene realizar un control preventivo anterior a la siembra, con una dosis baja de producto a base de metaldehído. Si durante la siembra todavía perdura, Ignacio recurre a un tratamiento extra. Para ello, acopla en la parte delantera del tractor un extendedor de gránulos, que esparce el producto a una dosis baja (alrededor de 5 kg/ha), para asegurarse la germinación.

 

Localización del abono y riego

Eseverri es un firme defensor del aumento del rendimiento del cultivo mediante modificaciones en los abonados y en el manejo del suelo, más que en la variedad elegida. Tiene que luchar por superar los retos que presenta el suelo típico de Tauste. Estos suelos son variopintos, pasando de los profundos y de buena calidad, cercanos a la Vega del río Ebro, a los pedregosos, con poco contenido en materia orgánica (un nivel medio en regadío 1-1,5%) que predominan en esta localidad zaragozana.

Por ello, en la actualidad ensaya con diferentes aplicaciones de abono y con su localización para aumentar los rendimientos. Partiendo de un análisis de suelo, realizado por Agracon o por la DGA, y conociendo las extracciones del cultivo puede llegar a conseguir la misma producción con un importante ahorro de fertilizante.

Para practicar la localización del abono en la línea se vale de la mismas máquina sembradora, que ha modificado él mismo en su nave-taller, para poder realizar las dos funciones al mismo tiempo.

Eseverri nos comentó durante la entrevista que posiblemente se subirá al tren de la teledetección para mejorar la fertilización nitrogenada. Este año, pretende contratar un vuelo no tripulado, con avionetas de la casa Trimble, que analizarán el estado nutricional de su cultivo y le ayudarán en la toma de decisiones del abonado.

En cuanto al riego, la mayor parte de sus cultivos son de regadío, ya que la zona cuenta con una pluviometría media entre 350-370 l/ha y año. El riego se realiza mediante tres sistemas: inundación, aspersión y goteo.

 

Rotaciones estratégicas

Este agricultor zaragozano realiza multitud de rotaciones, fruto de años de estudio y esfuerzo, que con la siembra directa ha ido enlazando estratégicamente y con las que está teniendo buenos resultados.

Foto 3. La rotación del cultivo de leguminosas o proteaginosas, seguidas por otro de cereal le ha dado buenos resultados hasta la fecha.

Como norma general, realiza varias rotaciones que consisten en un cultivo de leguminosas o proteaginosas, seguidas por otro de cereal. Reconoce que con las leguminosas y proteaginosas se consigue una mejor estructura del suelo, junto a una buena incorporación de nitrógeno, ahorrando en aplicación de este elemento en el siguiente cultivo de cereal. En cierta parte de sus fincas, deja crecer la vegetación adventicia espontánea y no la elimina, para mejorar también el nivel de otros nutrientes.

 

Foto 4. Detalle de las semillas de trigo sarraceno o Alforfón.

Una de sus rotaciones estrella es la formada por los cultivos de veza, trigo sarraceno (que deja poco rastrojo en el terreno tras su siega) y triticale. Resulta llamativo el cultivo de trigo sarraceno o Alforfón, el cual éste agricultor está intentando comercializarlo para la industria harinera a través de Agracon y espera mejorar su producción en los próximos años.

 

 

Realmente, aunque se considere un cereal, pertenece a la familia de las poligonáceas y no a la de las gramíneas. Al no poseer gluten en su composición, se suele destinar a la producción de harina para celiacos, por lo que su demanda es un aliciente más para su cultivo, como destaca Eseverri. Otro de los campos de trabajo de este “trigo”, es la producción de miel que se obtiene al implantar las colmenas en la parcela para mejorar la polinización.

Con el trigo sarraceno realiza más rotaciones, como la formada por éste seguido de trigo blando. En este caso, Eseverri deja el rastrojo de trigo sarraceno en el suelo, donde además crecen las semillas perdidas durante la cosecha. El trigo sarraceno adventicio, junto con los restos de cosecha se deja morir, para formar parte del lecho de siembra del trigo blando. Por su parte, el trigo duro se cultiva en secano, ya que en la zona se produce una buena calidad sin necesidad de riego.

Otra de sus rotaciones es la formada por el cultivo de sorgo, veza, sorgo y guisante. Eseverri puntualiza que en este caso realiza otro tipo de manejo del rastrojo. Los restos de cosecha del sorgo se dejan tal cual en el terreno y sin picar. El objetivo es el de dejar cierta parte aérea del rastrojo del cultivo y conseguir una protección contra el arrastre del rastrojo por parte del fuerte viento de El Cierzo aragonés. Además, estos tallos erguidos realizan la función de entutorado para el cultivo de guisante que se sembrará sobre él. La incorporación a la rotación del guisante es debida a que durante estos años, ha comprobado que tras el cultivo de sorgo, no se desarrollaba bien el cereal. Posiblemente, tras él se cultivará girasol.

Una vez está el guisante en flor, a Ignacio le resulta interesante ayudar a la polinización, permitiendo la colocación de cajas con abejas propiedad de un amigo apicultor. Desde hace varios años, suele contar con más de 300 cajas de abejas en el momento de la floración, que se reparten por la finca, aunque anterior a este periodo suele haber unas treinta cajas casi permanentemente.

El cultivo del maíz es otra de las líneas de actuación de Eseverri, seguido por cebada y trigo. Este experto comenta que su rastrojo es idóneo en muchos casos para la siembra directa.

 

Un Twin Row diferente de siembra directa

Tras haber ensayado previamente esta técnica en fincas experimentales, este año Eseverri se ha aventurado a cultivar un maíz de ciclo 650 en una parcela de 12 ha mediante la técnica Twin Row.

El cultivo partió de una cubierta de leguminosa, que se trituró y se dejó secar sobre el terreno. La labor inicial previa a la siembra consistió en una labor lineal con un apero tipo Strip-Till, que fisuró a 30 cm de profundidad el terreno en el centro de cada línea doble de siembra, separadas entre sí 20 cm. En el centro de capa pareja de líneas se integró la línea de goteo, parte en superficie y parte enterrada. La siembra se realizó posteriormente, con un equipo de siembra Twin Row.

Foto 5. Detalle del barredor de rastrojo y el brazo de apertura del surco del Strip-Till.

Lo que hace diferente a este cultivo es que, por un lado, Eseverri ha modificado la estructura del Strip-Till, incorporándole un equipo de abono líquido localizado en profundidad. Según va penetrando la reja del Strip-Till para formar el surco, se aplica el abono en la línea de siembra, gracias a un equipo electrónico. Y, por otro lado, ha modificando el marco de plantación, siendo la distancia de centro a centro de los ejes de las parejas de 1,40 m, superior a la media. Lo que pretende es dejar un espacio libre entre parejas de líneas de 1,20 m, a modo de “barbecho”, para realizar ahí el Twin Row del año siguiente. Gracias al sistema autopilot del tractor podrá discurrir por el terreno que quedó libre de cultivo.

Como proyecto futuro, le gustaría que todas las labores concurrieran a la vez, enganchando a la parte delantera del tractor el Strip-Till modificado y la sembradora Twin Row a la parte trasera.

 

Vertiente mecánica

Además de su vertiente agrícola, Ignacio Eseverri es un apasionado de la mecánica agrícola, remodelando y adaptando la maquinaria de la que dispone. Incluso, ha creado aperos a base de piezas y partes de otras máquinas para trabajar de una manera customizada.

En la misma máquina de siembra directa que posee, ha incorporado un equipo fitosanitario y un sistema de abonado localizado, aunque en algunos casos se ha dado cuenta de que los tratamientos herbicidas para el control de las hierbas de presiembra o postsiembra no conviene hacerlos en el momento de la siembra, por lo que realiza un tratamiento anterior o posterior a ésta.

Foto 6. Sembradora plegada.

Su máquina de siembra directa inicialmente medía 3 m y, tras una modificación realizada por él, ahora mide 5,5 m de ancho de trabajo. Para ello, la línea central de siembra se ha montado en la parte trasera del tractor, con un hidráulico y con ayuda de una bisagra. A esta línea central se le han añadido dos líneas laterales, de manera que no esté formada por un sólo tramo largo de discos abridores, sino por tres particiones, que se van adaptando a las discontinuidades del terreno y no arrastren tanto error.