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Halyomorpha halys, cinco años de expansión por el noreste ibérico

Halyomorpha halys, cinco años de expansión por el noreste ibérico

El insecto conocido como chinche marrón marmolada (Halyomorpha halys Stål [Hemiptera, Pentatomidae]) originario de China, Japón y Corea y detectado en el año 2016 por primera vez en la Península Ibérica en la ciudad de Girona (Dioli et al., 2016) se está expandiendo por el noreste ibérico. En este artículo se reportan los primeros resultados obtenidos del proyecto que se inició en marzo de 2019 de ciencia ciudadana para H. halys, llamado Hh Wanted, así como las primeras detecciones en cultivos.

Lucía Adriana Escudero-Colomar. IRTA, Protección Vegetal Sostenible, Mas Badia, la Tallada d’Empordà, Girona.

Su capacidad de dispersión es di­fe­rente según la etapa de desarrollo en la que se encuentre. Las nin­fas se dispersan de una planta a otra caminando, siendo las del quinto es­tadio las más rápidas, alcanzando una ve­locidad de 8 cm/minuto en una su­per­ficie con hierba (Hamilton et al., 2017). Los adultos pueden volar a una velocidad media de 2 km/día en condiciones de la­boratorio, si bien se han detectado indi­vi­duos que pueden volar distancias más lar­gas, mayores a 5 km (Wiman et al., 2014). Los adultos también se desplazan escondidos en los vehículos de motor, contenedores de barcos o bajo la corteza de madera cortada (Ormsby, 2018), apro­vechándolos como medios de transporte derivados de las actividades antrópicas aso­ciadas a la globalización. Estas ca­rac­terísticas otorgan a la chinche marrón mar­molada una gran capacidad de colo­ni­zar nuevos territorios y de dispersarse dentro de los mismos.

Su elevada polifagia le permite desarrollar poblaciones en plantas del ambiente urbano, del ambiente agrícola y del me­dio natural (Panizzi, 1997; Bosco et al., 2020). Ha sido colectado en más de 300 especies de plantas (Hoebeke & Carter, 2003; Musolin et al., 2018; Holthouse et al., 2021). Esta característica, unida a su elevada peligrosidad como plaga agrícola, hace que sea imprescindible monitorizar (y controlar) sus poblaciones en todos estos ambientes.

Monitorización de la plaga

En la última década se ha identificado y sintetizado la feromona de agregación de dos componentes producida por el ma­cho de H. halys (Khrimian et al., 2014), que en combinación con la feromona de agregación de la especie asiática Plautia stali Scott (Hemiptera, Pentatomidae) ofrece datos de monitorización fiables, so­bre todo durante su periodo reproductivo (Weber et al. 2014). De todos modos, la observación visual sigue siendo una de las formas más efectivas de detectarla en las plantas durante todo su periodo de ac­tividad sobre las mismas.

Dado que la especie se reproduce en la vegetación del ambiente urbano o cercana a casas y que los adultos hibernan en construcciones humanas, la ciudadanía la encuentra con frecuencia en sus casas o en almacenes, barracas, etc. Este comportamiento, junto con su talla relativamente grande (ya que mide en estado adulto entre 12 y 17 mm) facilita la puesta en marcha de proyectos de ciencia ciudadana, que puedan contribuir a monitorizar sus poblaciones.

Por ello, en marzo de 2019 se inició un proyecto de ciencia ciudadana para H. halys, llamado Hh Wanted, utilizando la plataforma naturalista Natusfera (figura 1).

A finales de 2020, H. halys estaba presen­te en 163 municipios de Cataluña, siendo este número de municipios más del doble que los del año 2019. Ahora bien, considerando que en 2016 se detectó su presencia en tres municipios, en los cuatro años siguientes el nú­mero de municipios afectados se ha multiplicado por 54,33, lo que da idea de la capacidad de colonización del insecto. Pa­rece bastante probable que en unos pocos años todo el territorio de Cataluña registre la presencia de la especie, sobre todo considerando su capacidad de esconderse en vehículos de mo­tor, puesto que cada ciudadano que conduzca uno, puede transportar insectos como polizones, sin darse cuenta de ello.

Proyecto Hh Wanted

Los registros del proyecto Hh Wanted co­rrespondieron a 45 municipios de la provincia de Barcelona, a 35 de la provincia de Girona, a 6 de la de Tarragona y a 2 de la provincia de Lleida, el resto de municipios, hasta completar 163 proceden de informaciones directas de dichos municipios a las autoridades. Todos estos reportes proceden de las provincias de Barcelona y Girona, constatando los datos registrados por el proyecto de ciencia ciudadana. La mayoría de estos municipios se concentran en la fran­ja costera catalana, aunque ya hay detecciones en algunos municipios interiores.

Es importante remarcar que los ciudadanos, además de indicar la presencia del insecto en la página web del proyecto Hh Wanted, han ofrecido detalles importantes, como el número de individuos que entran en sus casas y la dificultad y molestia que esto representa para sus vidas. Por ejemplo, ha quedado claro que no basta con colocar telas mosquiteras en las ventanas, puertas y otras aberturas, ya que los balcones y terrazas quedan inhabilitados para la vida normal, de­bido al gran número de individuos que se pueden concentrar allí. La foto 1 ilustra el número diario de insectos que algunos ciudadanos han fotografiado intentando entrar a sus casas para hibernar.

Por otra parte, considerando que el insecto está distribuido mayormente en zonas de cos­ta y/o en ciudades importantes, su implicación para el turismo se ha de tener en cuenta. Varios hoteles y establecimientos turísticos han dado a conocer la presencia, durante el otoño, de grandes cantidades de insectos y las serias dificultades que tienen para controlar la presencia de los mismos en las habitaciones.

El proyecto Hh Wanted ha mostrado con bastante claridad que los habitantes de las ciudades son más propensos a indicar la presencia del insecto en sus viviendas que aquellos ciudadanos que viven en el medio rural. En consecuencia, los datos obtenidos con este proyecto de ciencia ciudadana presentan un sesgo hacia las ciudades, quedando infravalorada la presencia del insecto en el medio rural. Este último aspecto se ha compensado con la gran tarea de monitoreo activo de la plaga, mediante observación vi­sual de los cultivos que realizan investigadores del IRTA, de la Uni­versidad de Barcelona, técnicos del De­par­tamento de Acción Climática, Ali­men­ta­ción y Agenda Rural (DACC), técnicos de Asociaciones de Defensa Vegetal (ADV) y técnicos asesores de diversas em­presas agrícolas.

Foto 1. Foto del alféizar de una ventana con numerosos individuos de H. halys intentando entrar en la casa para hibernar. Foto: Marc Pérez.

Gracias al trabajo de todos estos profesionales se ha detectado la presencia del insecto en varios cultivos de frutales y en algunas especies hor­tícolas. Sólo han sido detecciones de presencia de la especie y en ningún caso se han registrado daños económicos. Como se comentó al inicio de este artículo, es una especie muy polífaga y casi cualquier cultivo puede servirle como alimento. Las detecciones en cultivos han correspondido a explotaciones que se encuentran en algunas zonas semiurbanas y rurales de las provincias de Bar­ce­lo­na, Girona y Tarragona, con niveles po­blacionales elevados, de los que ya se tenía constancia.

Es importante remarcar que las ciudades ofrecen una vegetación propicia para el desarrollo de grandes poblaciones del in­secto, dado que en sus calles se en­cuen­tran plantadas especies que son buenos hospedantes de H. halys como el fresno, arce, catalpa, ailanto, árbol jabonero de la China, ficus, plátanos de sombra, serbal, cornejo, etc. Por ello, el monitoreo de sus poblaciones y control de las mismas en ambiente urbano es muy im­portante; no solamente para disminuir las molestias que la entrada de insectos a las casas puedan provocar, sino para evitar que las poblaciones crezcan descontroladamente y se dispersen hacia otros ambientes, como el agrícola, donde pueden provocar daños económicos considerables, tal como se sabe que ocurre ya en Italia.

El proyecto de ciencia ciudadana junto con las campañas anuales de difusión e información llevadas a cabo por el IRTA, el DACC y la UB a través de jornadas, cur­sos e intervenciones en medios de comunicación (periódicos y programas de televisión), y la publicación de una guía técnica (Escudero et al., 2020) accesible online han resultado muy fructíferos, ofreciendo datos sólidos y fiables, tanto sobre la distribución del insecto en el territorio como sobre el ta­maño de las poblaciones detectadas. Además, durante el año 2020 se hizo evidente que los ciudadanos de Cataluña conocen bien la especie y que utilizan el proyecto Hh Wanted, no sólo para señalar la presencia del insecto, sino para pedir herramientas para controlar las po­blaciones dentro de sus casas.

Este último aspecto es otro de los desafíos que plantea esta especie, dada la es­casez de materias activas autorizadas para su uso en ambiente urbano, así como la falta de sistemas alternativos a los insecticidas para su control. Actual­men­te, en el ambiente urbano se pueden utilizar métodos preventivos, como las ba­rreras físicas (telas mosquiteras en todas las aberturas), y de control directo, como la eliminación manual de los insectos. Con el ob­jetivo de ampliar las posibilidades de control, el IRTA, con financiación del DACC, está desarrollando métodos para controlar las poblaciones del chinche marrón marmolado tanto en el ambiente agrícola como el urbano.