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El lúpulo, un cultivo con proyección de futuro

El lúpulo, un cultivo con proyección de futuro

El lúpulo es uno de los ingredientes fundamentales de la cerveza, este le confiere el aroma y, sobre todo, el sabor amargo característico. Aunque es un cultivo con poca superficie en España (570 ha aprox.), la demanda de esta planta es cada vez mayor por parte de las cerveceras nacionales, que tienen que importar anualmente cerca del 50%. Por lo que el sector está cada vez más enfocado en su crecimiento, sobre todo, apostando por la reconversión varietal.

Elena Martín. Redacción  

La producción de lúpulo en España se destina en su totalidad a la elaboración de cerveza, concentrándose en mayor medida en Castilla y León, con el 95% de la superficie y el 99% de la cosecha nacional. El resto de la producción se sitúa principalmente en Cataluña, La Rioja y Galicia.

El lúpulo es una planta que, a pesar de ser capaz de producir desde el año de su plantación, no alcanza su rendimiento óptimo hasta el tercer año de cultivo. Se cultiva en zonas húmedas, principalmente en las riberas de los ríos, donde las temperaturas no son muy elevadas durante la floración y maduración de las flores.

Al tratarse de una planta trepadora es preciso construir un sistema entutorado permanente que consiste en un enrejado de alambre en forma de cuadro sujeto por postes de madera tratada y de, aproximadamente, seis metros de luz. La plantación se realiza en primavera en terrenos con suelos profundos y permeables.

En los años ochenta, sólo en la provincia de León había más de 1.500 hectáreas destinadas a su cultivo, obteniéndose más de 2.000.000 kilos de producto. Sin embargo, se produjo un descenso paulatino en la superficie y en la producción, debido, entre otras razones, al envejecimiento del sector (la edad media de los cultivadores de lúpulo en 2007 era de 53 años).

En la última década, además de haberse estabilizado la superficie en torno a las 550 hectáreas se ha reducido la edad media de los cultivadores a 49 años. En 2018, se cosecharon 900 toneladas de flor de lúpulo en las más de 500 hectáreas cultivadas a nivel nacional, con un rendimiento medio de 1,62 t/ha.

“La cosecha de este año ha empezado un poco antes porque hemos tenido mucho oídio, y creemos que habrá una reducción, pero estimamos que pueda estar en torno a las 930 toneladas”, destaca Alberto Martínez, productor y representante de la SAT Lúpulos de León. La superficie cultivada en 2019 es de, exactamente, 539 ha, correspondiendo 485 ha a la variedad Nugget, 25 ha a la Columbus y 29 ha para el resto, según datos de la agrupación de cultivadores.

 

Cuidados del cultivo

Durante el primer año la planta no exige mayor cuidado que el de mantenimiento de humedad suficiente en el terreno. En el segundo, la planta se poda en primavera para unificar la brotación posterior, y se lleva a cabo el primer abonado de cobertera. En abril empiezan a salir los primeros brotes, y es en mayo cuando se procede a la labor de entutorar la planta. Gracias a este proceso se acelera su crecimiento, alcanzando su altura máxima a finales de junio para continuar con su floración y maduración de las flores.

En septiembre se lleva a cabo su cosecha. Para la que se utilizan peladoras en las que, a través de un sistema de ventiladores y tapices, se separan las flores del resto del material vegetal. Posteriormente, se procede al secado mediante una corriente de aire previamente calentado (el contenido en humedad se reduce del 80% al 11% aproximadamente). Este proceso acaba con la entrega del lúpulo en las instalaciones de la empresa, donde, una vez superados los controles de calidad, se transforma en pellet o granulado, y es envasado en atmósfera inerte para una mejor conservación del producto de cara a su comercialización.

 

Impulso al sector

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha mostrado su interés por el desarrollo del sector del lúpulo para dinamizar el medio rural, y ha destacado su apuesta por la sostenibilidad y la proyección de futuro del cultivo. En abril de este año se ha aprobado una normativa para mejorar las condiciones productivas del cultivo del lúpulo y aumentar la rentabilidad de las explotaciones.

Se trata de un Real Decreto que cuenta con dos líneas de ayudas, con una dotación presupuestaria de 350.000 euros/año, para el establecimiento de nuevas plantaciones de lúpulo, la reconversión y mejora de las plantaciones existentes, y ayudas para la adquisición de maquinaria especifica. Además, Esperanza Orellana, directora general de Producciones y Mercados Agrarios, remarca que es necesario aumentar el asociacionismo, a través de las organizaciones de productores, que ayudan a vertebrar el sector del lúpulo y mejoran la posición de los agricultores en la cadena de valor agroalimentaria.

“Hay 250 agricultores que producen lúpulo en España, y, aunque no es una cantidad muy elevada, nuestro objetivo es que esa cifra crezca y mejore el cultivo en calidad, siendo principal la incorporación de las variedades más demandas por la industria cervecera”, apunta la directora que, además, ha valorado el esfuerzo de modernización del sector productor del lúpulo y la industria cervecera para apostar por nuevas variedades más resistentes a plagas y con nuevas características organolépticas como, por ejemplo, la apuesta por las variedades aromáticas.  

El sector cervecero español, representado por Jacobo Olalla, director de Cerveceros de España, junto a la multinacional productora y comercializadora de lúpulo en la localidad leonesa de Villanueva del Carrizo, Hopsteiner España, representada por su director general, José Antonio Magadán; y la SAT Lúpulos de León, representada por Alberto Martínez, productor de lúpulo, agradecen esta apuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) por el campo español, y destacan las afirmaciones de la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, sobre el fuerte potencial de crecimiento que tiene el cultivo del lúpulo mediante la reconversión varietal.

“Ahora hay que invertir en el desarrollo de nuestro sector. Esto significa obtener mejores equipos de secado, materias activas que sean eficaces para el control de enfermedades, etc., por lo que el apoyo económico del MAPA es fundamental para experimentar una modernización en el cultivo del lúpulo”, apunta Martínez.

 

Nuevas variedades en marcha

Durante los primeros años del siglo XXI, en el mercado internacional se intensificaba la aparición de nuevas variedades mucho más productivas que las cultivadas en España. Variedades que solamente podían ser cultivadas previa autorización. En 2015 la industria nacional se hace a un lado y permite que una multinacional del sector del lúpulo, Hopsteiner España, asuma la responsabilidad de producción de nuevas variedades.

De este modo, según explica Magadán, se planificó una estrategia de mejora del sector de los productores enfocada, principalmente, a conseguir un aumento de competitividad, a través de la mejora de las prácticas agronómicas junto a la utilización de nuevas variedades mucho más productivas y la renovación de los sistemas de procesamiento (selección, secado y envasado).

Con el objetivo de encontrar cuáles de las variedades seleccionadas eran las que mejor se podían adaptar al cultivo en España, en 2016 Hopsteiner España pone en marcha un ensayo agronómico con diez variedades (cinco aromáticas y cinco amargas). Este lo ha llevado a cabo de forma consensuada con toda la industria elaboradora de cerveza y la SAT Lúpulos de León, en su finca experimental de Villanueva del Carrizo, en León, en la que cuenta con ocho hectáreas divididas en dos parcelas en producción y otra dedicada a la experimentación, cada una de 1,7 ha.

Teniendo en cuenta que la mayor parte del cultivo en España se centra en la variedad Nugget (con 484 ha), Columbus (con 32 ha), Eureka con (9 ha), Cascade (con 4 ha) y Apollo (con 3 ha); y después de tres años de ensayos, Eureka, Apollo y Bravo han sido las variedades amargas que mejores resultados han ofrecido, y Lemondrop, en las aromáticas. “Estas variedades ya se han puesto en campo y ocupan el 8% de la superficie cultivada en este momento. El resultado es esperanzador, sobre todo, el de la variedad Eureka”, apunta el director de Hopsteiner.

Desde la SAT Lúpulos de León, Alberto Martínez, se muestra ilusionado y afirma que aunque aún es pronto para afirmarlo, las nuevas variedades pueden funcionar muy bien. Además, apunta que “si los cerveceros las demandan, a nosotros también nos interesa cultivarlas”. 

 

Sector cervecero español

Jacobo Olalla, director general de Cerveceros España, afirma que el lúpulo “es el alma de la cerveza” y añade que España se ha convertido en el tercer país productor de cerveza de la Unión Europea (UE). Desde el sector cervecero español destacan el crecimiento del número de compañías cerveceras en 2018 (18 más que el año anterior, con un total de 538), lo que refuerza el dinamismo del sector y la expansión de la cultura cervecera. Además, según destaca Olalla, el 90% de la materia prima que adquiere el sector cervecero nacional es de origen español.

Este también es referente en el panorama agroalimentario por su contribución a la economía. El valor de la cerveza en el mercado supera los 15.000 millones de euros, alrededor del 1,3% del PIB y genera cerca de 7.000 millones de euros de valor añadido a la economía. Con una cifra de negocio de 3.563 millones de euros, la producción de cerveza impulsa el sector agroalimentario, equivalente al 21% del total del sector de bebidas y el 3% del sector alimentario en su conjunto.