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El CITA busca lechugas más resilientes a la sequía

El CITA busca lechugas más resilientes a la sequía

El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) ha iniciado un proyecto que busca, a través del aumento del contenido en antocianinas, producir lechugas más resilientes a la sequía. 

¿Se ponen coloradas las lechugas cuando tienen sed? (LetBlu)”, es el título de este proyecto del CITA que lidera Aurora Díaz Bermúdez, investigadora del Departamento de Ciencia Vegetal, y en el que también participan la Fundación Universidad San Jorge, la Universidad de Zaragoza y la empresa Ramiro Arnedo S.A.

La necesidad de hacer frente a las adversidades climáticas a las que se enfrentan los cultivos, ha llevado a esta investigadora a estudiar la acumulación de antocianinas en plantas de lechuga sujetas a estrés por sequía. Este proyecto podría ayudar a mejorar en un futuro dos de las principales debilidades de este cultivo: su bajo contenido en compuestos bioactivos y su baja tolerancia a la sequía.

Durante los últimos años, las variedades de lechugas se han mejorado tanto para aumentar la producción como para fortalecer su resistencia a ciertas plagas y enfermedades, lo que ha dado lugar a variedades comerciales «homogéneas y nutricionalmente pobres».

Sin embargo, según los autores del estudio, «las variedades locales y tradicionales, apenas tenidas en cuenta en los programas de mejora, son recursos clave ya que conservan fitoquímicos frecuentemente eliminados en las variedades comerciales y también albergan una gran variabilidad genética».

En cuanto al contenido en compuestos beneficiosos para la salud, hasta la fecha existen varios casos de lechugas enriquecidas, concretamente en calcio y en vitamina C. Sin embargo, son organismos modificados genéticamente (OMGs), lo que conlleva muchas dificultades a la hora de su comercialización, especialmente en Europa. Este estudio, por el contrario, pretende aprovechar los mecanismos endógenos que la planta despliega para tolerar la sequía para aumentar su contenido en antocianinas.

Por ello, este proyecto se abordará desde un enfoque multidisciplinar. En una primera etapa se realizará una evaluación bioquímica de los recursos fitogenéticos (cuantificación de antocianinas y evaluación de su bioactividad). Después, se realizarán estudios transcriptómicos (expresión de genes inducidos bajo estrés hídrico) y genómicos (búsqueda de polimorfismos en genes candidatos).

Finalmente, el objetivo a largo plazo sería obtener variedades más resilientes a la sequía, cuyo cultivo también sería más sostenible, y que además están enriquecidas en compuestos bioactivos como las antocianinas.