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El proyecto Novaterra presenta sus avances

El proyecto Novaterra presenta sus avances

A finales de 2020 arrancaba el proyecto Novaterra, que pretendía desarrollar nuevas estrategias sostenibles e integradas con el fin de eliminar o reducir significativamente el uso y el impacto negativo de los pesticidas más perjudiciales en olivar y viñedo mediterráneo.

El consorcio, liderado por el IRTA, está formado por 22 entidades procedentes de seis países europeos: España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Bélgica, y recientemente presentó en Santiago de Compostela los avances que han realizado los socios españoles en el marco del proyecto.

En el evento, que tuvo lugar en la sede de Santiago de Compostela de Feuga, se dieron a conocer los ensayos que están llevando a cabo en la DO Ribera de Duero para la optimización de la fertilización con menos uso de nitrógeno, el uso de cubiertas vegetales y márgenes florales para mejorar el control biológico de las principales plagas que afectan a la vid y al olivo y la búsqueda de la mejor combinación de ambos manejos (fertilización más cubierta).

La reducción de fertilización nitrogenada se está llevando a cabo por medio de la aplicación de la tecnología Optinyte para estabilizar la pérdida de nitrógeno y que ha sido desarrollada por Corteva, también socio del proyecto Novaterra.

Emilio Rodríguez Canas, director enológico y de I+D de Bodegas Terras Gauda, intervino para dar a conocer los ensayos que se están desarrollando en la bodega con productos de biocontrol para hacer frente a enfermedades, especialmente el mildiu por ser de las que tienen una mayor incidencia en la zona de Rías Baixas.

Asimismo, comentó las pruebas para comparar el uso de cubiertas vegetales y florales con el fin de mejorar el control de plagan en el viñedo. Como resultado más relevante hasta la fecha, aunque aún muy preliminar, Emilio Canas comentó que han visto que «es posible reducir la fertilización con nitrógeno hasta en un 30% sin que afecte negativamente a la cantidad y calidad de la cosecha cunado el nitrógeno se estabiliza con Optinyte”.

En representación de la Universidad Politècnica de Catalunya intervino Francisco García, integrante de la Unidad de Mecanización Agraria (UPC), que comentó la importancia de la caracterización del viñedo para poder regular las dosis de fitosanitarios necesarias.

Así, basándose en la tecnología Dosaviña, que permite determinar el volumen óptimo de aplicación en tratamientos fitosanitarios en viña, Novaterra ha conseguido dar un paso más y automatizar el proceso de medición de la vegetación, que hasta ahora se hacía de manera manual. Esto supone un gran avance para el viticultor ya que es una tarea tediosa y que requiere de mucho tiempo.

Por último, Zein Kallas director científico del Centre de Recerca en Economia i Desenvolupament Agroalimentari (Creda-UPC-IRTA), puso de manifiesto la importancia de trasladar todas estas innovaciones y avances al consumidor. En este sentido, el Creda ha realizado, en el marco del proyecto Novaterra, una encuesta a más de 5.000 consumidores de Francia, Grecia, Italia, Portugal y España, para detectar si el compromiso de las bodegas por la reducción de pesticidas es importante para el consumidor y si puede ser un factor determinante en la decisión de compra.

Entre los principales resultados obtenidos, el público general percibe que el uso de fitosanitarios es demasiado alto. La mayoría de los encuestados consume vinos convencionales (frente a vinos ecológicos, biodinámicos y otras categorías) y perciben el precio, el gusto y el conocimiento previo como los atributos más relevantes en la decisión de compra.

Especialmente interesante ha sido el estudio de la predisposición del consumidor a pagar más si la reducción de fitosanitarios empleada en la producción de un vino está o no certificada. De este modo, Creda ha llegado a la conclusión de que, en España, por cada 1% de reducción de pesticida sin certificación, el consumidor está dispuesto a pagar un 0,70% más sobre el precio de mercado de un vino concreto. Este dato, aumenta hasta un 1,35%, si la reducción de pesticida está certificada por la Comisión Europea u otros organismos.

En definitiva, la encuesta realizada en el marco de Novaterra pone de manifiesto que los resultados varían en función del país y el tipode certificación, aunque sí existe un mercado potencial para el vino convencional diferenciado en términos de uso de pesticidas en viñedo.