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Arrós Dénia, más allá de la recuperación de variedades de arroz en la Comunidad Valenciana

Arrós Dénia, más allá de la recuperación de variedades de arroz en la Comunidad Valenciana

Arròs Dénia tienen un proyecto agrario ubicado entre Alicante y Valencia centrado en la obtención de la máxima calidad de arroz autóctono a partir de dos variedades, Bomba y Bombón. Este último dejó de cultivarse hace más de 50 años pero ha vuelto gracias a la constancia de los agricultores locales de la zona. Pero esta explotación no solo está considerada como agraria sino que, desde el primer momento, ha sido un santuario para aves autóctonas y migratorias.

Elena Martín Seseña. Redacción.

La filosofía de Arrós Dénia se centra en la obtención de la máxima calidad a partir del cultivo de dos variedades, Bomba y Bombón. Además, cuenta con el valor añadido de conseguir que la finca Rincón del Rosario gracias a las buenas prácticas de gestión medioambiental y agrícola que se llevan a cabo, haya obtenido un potencial en biodiversidad excelente. Este proyecto ha alcanzado la certificación ISO 14.001 y la finca ya forma parte de la red Wild life States.

El proyecto agrario fundamentalmente ha consistido en sustituir el cultivo de los cítricos por el arroz para poder lograr esa armonía entre cultivos y aves. La finca Rincón del Rosario es, precisamente, divisoria de Valencia (término de Oliva) y Alicante (término de Denia), y tiene una superficie de 184 hectáreas.

 

Apostando por la siembra en seco

Dado que siguen inmersos en la modernización de la explotación, es pronto para tener datos sobre los rendimientos de cultivo. «En esta campaña los datos han mejorado respecto a las anteriores. En cuanto a la próxima, esperamos que sea aún mejor, aunque es verdad que juega un papel muy importante el factor meteorológico. Al apostar por la siembra en seco tenemos buenas esperanzas», ha destacado Francisco Ruiz de la Torre, responsable del proyecto del arroz bajo la marca Arrós Dénia.

En la finca, el método de cultivo es el convencional, es decir, por inundación, aunque llevan dos años haciendo pruebas con el método de la plantación en seco en las variedades Bomba y Bombón, con el objetivo de preservar los recursos hídricos en la medida de lo posible y adaptarse al cambio climático.

Con la siembra en seco evitamos aplicar agua al inicio del cultivo, que es cuando más agua se utiliza, ya que es necesario inundar unas parcelas que previamente habías secado para poder hacer los trabajos de preparación del suelo, momento en el que su capacidad de absorción de agua es muy grande. Nosotros actualmente regamos por inundación pero estamos apostando por la siembra en seco”, ha destacado Francisco.

Y es que, cada campaña es diferente principalmente por los recursos hídricos y las condiciones edafoclimáticas de la zona. El arroz se cultiva desde el nivel del mar hasta los 2.500 metros de altitud, por lo que las precipitaciones condicionan el sistema y, sobre todo, las técnicas de cultivo.

En base a esto y antes de iniciar la campaña cada año, en Arrós Dénia deciden cuántas hectáreas se destinan a la variedad Bomba y cuántas a la variedad Bombón. En principio, suelen destinar una media de 10 hectáreas a la variedad Bombón, y el resto a la variedad Bomba.

El coste de producción más importante es el agua. Se trata de un bien esencial, de forma que si no tienes suficiente agua, las pérdidas pueden ser muy importantes”, ha afirmado Francisco.

Actualmente, el cultivo de arroz está bastante mecanizado. En la empresa se siembra, abona, fertiliza y siega con maquinaria de última generación. Los tractores llevan el sistema de autoguiado por GPS, lo que ayuda a evitar solapes, siendo más sostenibles para el medio ambiente.

La principal enfermedad que puede afectar al arroz es la Pyricularia. Es una enfermedad fúngica, con un alto poder destructivo en condiciones favorables para su desarrollo, es decir, entre 22 y 30ºC de temperatura durante el día, y humedad por la noche que ronde el 90%. La enfermedad se propaga bastante rápido. Suele aparecer por la parte baja de la planta, y según va avanzando va infectando el resto.

“Si se cultiva arroz de forma convencional, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) autoriza de forma excepcional la aplicación aérea de un fungicida sistémico con efecto preventivo y curativo. En el caso de plantación ecológica, como es nuestro caso, solamente se puede combatir utilizando azufre de forma frecuente”, ha afirmado el responsable del proyecto.

Para la fertilización, utilizan estiércol compostado de bajo coste. “También hay otros tipos de estiércol granulado y desecado, pero hay que analizar la cantidad de nitrógeno que llevan para ajustarlo a las necesidades del cultivo”, ha destacado Francisco.

 

El arroz ecológico Arrós Dénia

Actualmente, los canales de comercialización de este producto son: canal horeca, fundamentalmente restaurantes que valoren la alta calidad del producto, cuyo valor principal es que integra todo el proceso, desde la producción, secado, molienda, envasado y comercialización, garantizando la máxima calidad en todo momento; canal retail, fundamentalmente tiendas especializadas y supermercados; y canal online, que tras la pandemia ha crecido exponencialmente.

Mientras, sus clientes tienen en cuenta varios factores: el kilómetro cero o la proximidad; el respeto por el medio ambiente; la calidad del producto y, sobre todo, que suponga parte de una alimentación saludable; y, por último, poder realizar la compra sin intermediarios, directamente al productor.

Por otro lado, entre los objetivos de Arrós Dénia está aumentar las exportaciones a nivel europeo, ya que la venta de productos ecológicos en establecimientos especializados está más desarrollada que en España.

Los profesionales de la cocina que han empleado Arròs Dénia, alaban su versatilidad y capacidad de respuesta ante el recetario tradicional, y lo valoran, simplemente, como único. Arròs Dénia es además el eslabón necesario que refuerza los valores y la estrategia alimentaria del territorio Unesco, al que pertenece la capital de la Marina Alta por méritos propios desde 2015.